martes, 3 de marzo de 2015

Es momento de llamarla: Licenciada

Ella dejó de lado el miedo
Recordó que ella es en realidad una gran mujer de batalla 
Dispuesta a ganar y a comerse al mundo
Y simplemente lo decidió

Se sentó en aquella silla dispuesta a ganar
Y fue suficiente la actitud que la llevó a la victoria
Y por supuesto, todo el esfuerzo que tuvo su recompensa

Ahora ella es capaz de ver todo lo que ha logrado
Y poder gritar por fin ¡ya soy profesional!
Con una mano en el pecho 
Y otra en la pasión de su alma

Una mañana de lunes la sorpresa le llegó de rebote
Y las sonrisas se acumularon en su interior
Entendiendo que poco a poco logró lo que tanto deseó
Y las sonrisas de sus seres queridos a su alrededor delataron su felicidad

Sus ganas de querer seguir transformando el mundo
Su pasión por calar en lo mas profundo de un ser humano
Y por cambiar de a poco aquello que no todos se animan a transformar

Y así descubrió que algunas veces se había olvidado de soñar
Y había dejado de lado su infinita fe
Y que entonces, era momento de retomarla 
Para así llevarla consigo y en su interior
Para disfrutarla como si estuviera en una montaña rusa
Junto a ese roce entre lo real y lo imaginario
Y entre esas subidas y bajadas que siempre vienen y van

Y esperó hasta el próximo fin de semana para brindar junto a su gente
Bailar hasta que le duelan los pies
Y desligarse de cualquier drama y preocupación
Tan solo para volver a ser ella misma
Y entender que este momento es merecedor de ser celebrado
Hasta que ardan los pies y sienta que nunca terminará la noche








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