Su piel se descubre electrizante
Sus sentidos comienzan a padecer
Y aparece....
El testimonio de violencia frente a sus ojos
El llanto mas letal, ese que nunca antes había presenciado
La ausencia de un propio yo
La minimización del ser
Y la falta de alternativas
Todo eso, en una sola tarde
En un periodo de dos horas
Y en un único encuentro de dos
Ella intentó hablar despacio,
Quizás con poca empatía y mucho más temor en sus ojos
Replicó unas cuantas palabras y agradeció
Por tanta valentía al contar con esa presencia
Pero ella despareció
El corazón de ella comenzó a palpitar
Despavorido y entremezclado de sensaciones durante la noche
-Parece como si todo se fuera a desvanecer
Pensó...
-Parece como si el mundo girara de un mundo distinto
Asintió...
Y cerrando sus ojos rogó a Dios que la protegiera
Que cuidara a ese ser tan lleno de ausencia y dolor
Que la liberara de su propio dolor
Y que de alguna manera entre en su interior
La persona que llegó acudiendo ayuda ahora ya no está
Tal y como ella lo predijo cuando se fue de aquella puerta
Tan llena de dolor,
Y a la vez aliviada por haber esparcido toda la humillación
Ella, desolada, impactada y sin respuestas
Decidió no retroceder
Informarse y acompañar a cualquier otro ser en sesión
Pero jamás dejarse llenar de tanta sensibilidad que termine partiendola en dos
Y se acordó de su más amado símbolo
El de la luna y el sol
El de la mañana y la noche
El del equilibrio necesario que cubra aquella noche de sensibilidad
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