Ella dejó caer sus
lágrimas
Era una casa tan
grande…y las penas persistían
Como gotas que se
deslizaban y arrebataban todo su alrededor
Sin embargo, no se
sentían tan pesadas
Las lágrimas eran
más ligeras
La razón del porqué
caían ya era menos desgarradora
Los conflictos
ajenos ya no eran suyos
Ya no le
pertenecían
Y se sentía en sus
lágrimas
El dolor unido a
las lágrimas era menor
Y la tranquilidad
vino después
Como un soplo de
viento desde el último piso de su castillo
Dejar de lado
tantos recuerdos y volver a reconstruír otros?
Pensó en un estado
dubitativo…
Y recordó que
aquellas palabras eran bastante ciertas
Y a la vez poco
acordes con la realidad
¿Cómo puede sentir
tanta disonancia?
Quizás sólo fue una
metáfora
Definitivamente, el
peso, ya paró de recorrer en su ser
Lo que dejó caer,
hoy es más liviano
Y todo gracias a su
fortaleza engendrada desde su interior
Todavía quedan
piezas rotas, piezas que ella denomina “secuelas emocionales”
Pero hoy no son tan
allegadas, no son propias, son de ellos
Se levanta y a la
vez cierra los ojos
Y entonces recuerda
su valentía
Y a la vez la
cobardía pasada que sentía hace unos años atrás
Y con los ojos
cerrados, su mente empieza a despertar
Y se siente feliz
con ella misma al haber buscado ayuda
Sólo superar sus
propios miedos le permitió intervenir con uno de sus pacientes
Y sentir la empatía
necesaria para generar un cambio similar
Y al mismo tiempo alejar la caja de pandora de su
vida
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