Queridos Seguidores:
Los he dejado muy abandonados, son muchos los meses que dejé de escribir, he estado soñando con volver a Santiago de Compostela y trabajando con jóvenes en temas de orientación vocacional, también he dejado de pasar clases de escritura por temas de tiempo, pero volveré a escribir poco a poco mientras vaya pasando el tiempo y me llene de más emociones y nuevos retos que se van aproximando. Este año ha sido el mejor de mi vida, sin duda por un esparcimiento de libertad infinita y porque aprendí a conocerme a profundidad en distintos ámbitos pero también ha sido un año de despedidas, de relaciones momentáneas, de descubrimientos y certezas y de una nueva visión diferente. Desde ya brindo por todo lo recorrido y por todo lo que me espera
Les dejo un escrito sencillo y sin mucha elaboración, simplemente reflejando una catarsis de emoción
Ella lo intentó una
vez más, después de las muchas veces que habló e insistió pero la respuesta fue vana y vacía, como si
sólo sería por educación. Recordó los momentos vividos que recorrían en su
mente, especialmente esa semana y se quedó con los recuerdos felices que le
hicieron crecer… sin más dejó de esbozar una sonrisa por aquello que creía que
todavía podía salvar y suspiró con profundidad
y con certeza de que esa etapa ya terminó. Inmediatamente decidió dejar ir por
completo esa sensación de partida sin cambiar el corazón, ese corazón tan
grande y lleno de valentía que mantenía en su ser y lo inundaba de nuevos
cambios, nuevos rostros y mundos por visitar y soltó el pedazo que dejó en
ellos, por un lado rasgando sensaciones de angustia y por otro de paciencia y
fe, esa fe engendrada desde hace diez meses que hoy por hoy la mantiene de pie
y con una visión diferente
Llegó el momento de
encender cada pedazo de su ser, de recuperar las sensaciones perdidas, de
encender un nuevo fuego con un tinte diferente, de recorrer un mundo más
independiente, de que pueda apropiarse de sus emociones y pensamientos, de
dejar de involucrarse, de ser paciente y consciente de sus propios actos, de
dejar de curar las heridas de manera momentánea y de recuperar la visión
aprendida, apoyándose de los recuerdos y experiencias y emprendiendo un nuevo
camino totalmente diferente
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