Y entre los cajones del hogar, bastó tan solo encontrar aquellas paginas de delirio, pasión, resignación y angustia para traerte a mi memoria y recordar nuevamente el goce engendrado en la máscara, los momento de consolación y desolación que me traían al mismo tiempo un éxtasis inexplicable. Y ahora pasó tanto tiempo de tu adiós y tan poco tiempo de aquel reencuentro en el que tu me confesaste tantas cosas y yo me desligué de tanta responsabilidad que casi depositas en mis hombros, me deshice de tu chalina, aquella que desprendía tu olor y negué tus labios aquella noche en la oscuridad. Y sin embargo, algo en mi quiso seguir descubriendo tu nuevo ser y no encontró mucho más que un ego envuelto en tu tan esperado "éxito" que sigue siendo insaciable y vertiginoso. Y este es el porqué de mi decisión de dejar de hablarte y apartarte de mi camino, recordarte en mis pasos y creer que todavía existe un encuentro cariñoso.
Y entre todo el sentir y el pensar, todavía las letras me recuerdan cómo éramos juntos y cómo era yo, una persona tan aferrada y a la vez tan noble que a veces se sentía perdida y otras veces no sabía como soltarte cuando era necesario hacerlo.... entonces me descubro y me vuelvo a descubrir en toda la éxtasis, en todos los años, en todo el pasado y parte del presente y termino de entender el porqué de todo y la sensación de ya no vivir lo que vivi es la mas oportuna y sublime en estos momentos....la calidez con la que recuerdo todos los momentos sigue siendo tibia y sincera dentro de mi ser y así será por lo que significaste, pero ya no significas más. Levanto la mirada al cielo, pongo música a todo volumen, todavía recuerdo y sonrío por lo que hoy tengo y agradezco por mi trébol de cuatro hojas que hoy camina conmigo, sueña conmigo, me da mi lugar y crece a la par con todo el amor del mundo, un amor a mi medida, un amor merecedor, un amor producto de una lucha interna previa, un amor del destino, un amor de verdad.
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