Es tan difícil cuando llegas a mis pensamientos e imagino tu sonrisa y tus manitos agarrando las mías un domingo por la mañana... es tan difícil saber que ya no estás aquí y que ya no puedo verte ni hablarte, es tan difícil porque no hay ni un solo día que no te extrañe...la fecha del 21 de octubre recobra en mi mente como si fuera una fecha que nunca quisiera que llegue y para qué saber que ya será un año de tu partida y sigo sin entender porqué...cuándo entenderé la verdadera razón? y qué si no hay una sola razón? Qué hará que pare de preguntarme porqué? Observo los ojos de tu hermano y sigo sintiendo el dolor de su alma por ti, prosigo con alguna que otra terapia individualmente y sigo recordándote en cada minutito del día, en cada pedazo de rutina, en cada momento al respirar..
Y claro que el dolor disminuyó y claro que ya nadie preguntó...así es cómo pasa la vida cuando alguien ya no está pero para los que te amaron y te siguen amando jamás parará...porque no para tu recuerdo, no para tu sonrisa en mis sueños y en mi mente, no paran tus palabras en mi memoria, no para el recuerdo del Alameda, no para el sonido de tu voz, no para tu recuerdo en mi historia y tampoco para el último recuerdo...la sensación del llanto viéndote partir y rogando a Dios que puedas despertarte, que pase lo que pase no sigas esa "luz" que te llevó después de que nos esperaras para dar tu último adiós...no para el recuerdo de ese día en el que pidieron adrenalina para poder salvarte y ya no se podía hacer nada....¿cómo pudo ser así?....
Algo me dice que de verdad estás en un mejor lugar y que de cierta manera querías irte de este mundo, no sentías que encajabas y ya no tenías mas fuerzas para seguir...estés donde estés recuerdo tu alma y también la siento en pequeños detalles porque aunque no hablen o pregunten por ti, tú sigues apareciendo, porque aunque la vida y la rutina hayan vuelto a girar alrededor nuestro, tus detalles desde el cielo siguen apareciendo en mi vida y sé que me sigues bendiciendo...te encargaste de aparecer en mis sueños para despedirte...para enseñarme que yo debía quedarme un poco más y a ti te tocaba seguir tu propio camino mucho más arriba y cerca del cielo y sonreíste con toda integridad, con tanta simpleza que lo pude sentir...muy dentro de mi corazón
Y el 21 de octubre llegará y yo sólo me volveré a preguntar qué hice para cuidarte y demostrarte mi amor, es inevitable... pero al mismo tiempo recordaré todas las veces que te dije que te amaba y recordaré cuando almorzábamos juntas y nos abrazábamos y nos decíamos que nos amábamos en sonrisas, caricias y helados de domingo, así siempre te recordaré, margarita.
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