Y creo que ya llegó el final querido amigo, el final que algún momento sospeché que llegaría pero no quería admitirlo, el final que alguna vez lo sentí pero me seguía aferrando a la idea de la amistad. Aquel final un poco inevitable, aquel que tuvimos algunos años atrás pero logramos sobrellevarlo y volvimos a empezar, pretendiendo que no pasó nada y abriendo una nueva página en blanco y hoy ya volvió a caducar, a arrugarse por aquella esperanza tuya que yo no compartí y no pienso hacerlo.
Tuvimos una historia de amistad que atesoro y recuerdo... tú me acompañaste en mi adolescencia, estuviste aquellas noches que no podía dormir, me abrigaste con música y me llenaste de historias fascinantes de hadas y duendes, incluso creí que existían, sólo por la forma en cómo me las contabas. Crecimos y pasamos por muchos aprendizajes, compartimos historias divertidas y entre tantas la mayoría eran de amor, de ese amor adolescente, volátil...aquél que parecía eterno y no lo fue. Lloramos juntos las pérdidas y nos volvimos a acompañar. Hubo un tiempo querido amigo que dejamos de hablar y sospeché que no estabas dispuesto a admitir que sentías algo por mi y preferías mantener la historia de amistad pero llegó un punto de inflexión en el que te confundí y fue un error ya que ahora te duele más el adiós.
No te voy a mentir, a veces me dan ganas de decirte todo de frente, cómo cuando te contaba sin miedo mis problemas, mis relaciones, mis sueños y mis emociones...me gustaría poder tener esa conversación que dejamos inconclusa y preguntarte si estarías dispuesto a ser mi amigo más allá de la esperanza o de tus sentimientos hacia a mi pero no será posible...ya que ya lo decidiste...y el momento más culminante fue cuando te diste cuenta que mi sentir hacia a ti no era posible y que ya no había ningún llamado de oportunidad
Te dejo ir ...y si regresas, seguro te sonreiré o quizás te salude con un abrazo, porque dentro mío el agradecimiento que te tengo no cesará y te recordaré con cariño y sin resentimiento, brindaré por la playlist que creamos y compartimos con tanta pasión, brindaré porque pudimos compartir historias, risas, llantos y momentos emotivos y porque sentí que me escuchaste en mis momentos de pérdida y duelo, fuiste uno de los pocos...entiendo que tu energía ya no puedes depositarla en mí, no sería justo para ti. Te libero de que puedas responderme o ayudarme cuando lo necesite, te libero de todo lo que no estés listo para hacer y te agradezco porque en su momento sí fuimos inseparables y en su momento yo sí creí que era una gran amistad aunque en ti hubo algo más.
Estarás en mi mente con tus lentes oscuros, tu chamarra de cuero y tu amor por el rock y aunque en estos tiempos no nos encontremos más, sé que estarás bien y encontrarás el camino que tanto anhelas.
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