En estos días tan nebulosos y a la vez tan soleados
Ella, hizo una pausa para entender aquello que reprimió durante dos años
Se sentó en una plaza y observó su entorno
Se detuvo y pequeñas lágrimas brotaron por su rostro
No sabía si quería alejarse o rodearse de personas esenciales
No sabía que sentía porque en realidad nunca lo había expresado como tal
Buscó una iglesia cercana, camino despacio, sonrió al sol
Se sacó la chalina y se puso de pie
Camino hasta encontrar su recinto, aquel que no siempre es un hogar
Y se detuvo a respirar para poder encontrar una respuesta
Descubrió que estando sola quizás pueda encontrar aquello que busca
Y que quizas un poco de silencio calme su dolor
Entonces entendió que era lo que necesitaba
Aquello no le iba a regalar una sola tarde de sol
Aquello no lo iba a sanar una noche oscura de luna
Aquello no se lo iba a decir un amigo
Aquello que necesitaba era volver a la cotidianidad
No a lo de siempre, no a la represión, no a lo falso
Sino a una nueva rutina, un nuevo encuentro con su ser
Una nueva disculpa, esta vez de corazón
Una segunda oportunidad, esta vez de verdad
Y el cierre que tanto ansiaba hace tanto tiempo
Recordó las palabras de aquel profesional
Aquel que en noches de invierno le susurró con una mirada vigilante
¿Que necesitas?
Esa es quizás una de las preguntas mas directas y reflexivas
Pues en realidad ella no lo había planteado de esa manera
Y quizas nuevamente había pensando en las posibles represalias
En aquello que sabía que no le convenía revelar
Y al mismo tiempo en el dolor que podría causar
Realmente ella se sentía como una caja llena de misterios?
O era simplemente que su corazón latía tan rapido que no podía hablar?
Realmente ella era la única que debía mantener el secreto?
¿Quién más? y ¿Hasta cuando?
Eso probablemente no le correspondía resolver
Eso probablemente no lo podría saber
Si de algo realmente temía era de la falsedad,
De la sequía, del día que podría llegar,
De un otoño sin retorno,
De un invierno envejecido,
O quizás de una mueca relucida ante odio y al temor
Para ella solo pasan los minutos en mil y un ideas
Para ellos solo pasan los minutos en mil y un trabajos
Para ella no es simple, no sabe como manejarlo
Y en realidad quizás no deba hacerlo, ni siquiera deba manejarse
Es su momento, es el momento que esperaba para dejarlo ir
No hay vuelta atrás y la garganta comienza a hacerse un nudo,
Un nudo atocigante que no le deja respirar,
Un nudo desafiante que le permite expresar,
Aquello de lo que no se puede hablar y a la vez es tan necesario sanar
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