jueves, 23 de octubre de 2014

La desilusión le tomó la mano a la resignación

Ella lo terminó de llorar y entender
Extendió un suspiro hacia el puerto de Buenos Aires
Y arrojó en el todo intento de comprensión

Sus maletas llenas de emoción
Quedaron deshechas de tanta resignación
En poco tiempo lo descubrió 
Y en tan solo diez días lo asimiló
Ellos son los responsables
No los culpables
Solo los involucrados

Y asi fue como la desilusion le tomó la mano a la resignación
La conectó a su pecho, la impregnó de todo su sabor y olor
Se sontió una desolación inesperada
Y una mezcla de dolor pero en medio de tanta aceptación
La resignación se profundizó 
Y entre tanta desazón, desapareció la desesperación

Ella por fin no se involucró
Desempolvó sus deseos de una posible unión
Y se deshizo de esa pena y compasión
Empezó a separar todas las piezas de su historia
Y se quedó con las más brillantes
Desgastando aquellas imposibles de encajar
Y finalmente destrozó todo el ideal falso que la pudo atar

Hoy, en ella reserva todo tipo de motivación
Que la haga caminar hasta ya no poder parar
Se remite a sus mas grandes principios
Para poder andar y junto a sus experiencias mas sublimes
Para poder soñar 




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