Era una mañana cualquiera y como siempre..ella se levantó, apagó la alarma y encendió el WIFI, varios mensajes impactaron sus ojos pues él.... le había escrito. De repente abrió la conversación y quedó sorprendida y a la vez no entendió la emoción con la que él le escribía contándole una noticia importante y para ella...nada trascendental.
Se dice que a veces, uno puede leer entre líneas y que existen mensajes ocultos en frases que parecen perfectamente escritas y con puntos finales. Esta vez, ella analizó mensajes ocultos en cada línea de introduccion sin un cierre final.
Los mensajes empezaron con un..."hola como estas bla bla bla...no sabes lo que significaste y lo que significas para mí" y eso porque?...muchos interrogantes aparecían en su mente a medida que despertaba y ya en la cuarta frase él anunciaba un hecho que era impensable hace unos 5 años atrás y un poco predecible desde la última vez que aparecieron esos "impulsos" cochabambinos.
Luego se encendió en la pantalla la frase "Me acompañaste en ese quehacer de definir quien soy" y apenas ella concluyó un par de cuestiones. Ella tardó un tiempo en pensar que podría responder a tal mensaje y que reacción le producía y curiosamente fue solo sorpresa y se alegró por él, de corazón.
Sintió que lo más apropiado sería escribir aquello que le naciera en esa mañana de Enero y comenzó con los mejores deseos, aquellos que no tenían ningun tipo de resentimiento y sólo eran alegría compartida y bendiciones a su vida y se sintió tranquila, entendió que en muchos momentos tuvo razón al pensar que sus caminos eran tan diferentes que dificilmente podrían volver a unirse y mucho menos encajar en un mismo mundo o en un mismo lugar.
Y casi al finalizar la conversación, ella sintió que él no
terminó de expresarse por completo, no terminó de cerrar
algo en su ser y propuso un último encuentro en el mes de abril. Lo curioso es que ella en
realidad no sabe si será el último, pues nunca hubo un "primero"
después del adios pero todo apunta a que será el último antes de que se
convierta en un total desconocido alemán...o quien sabe...antes de que
el mismo universo decida no volver a enlazar las mismas pisadas en el
mismo país.
Definitivamente, la pasión que él tiene por la vida suele ser parecida a una montaña rusa de subidas y bajadas que nunca terminan de desaparecer y conquistan lugares y personas bajo impulsos y sensaciones ambiciosas que ella no terminará de entender pero admirará de algun modo.
Y entonces pasaron los días y llegó aquella fecha extraña en la que finalmente sucedió algo que hace cinco años era impensable incluso desde su discurso y tras cinco años de repente todo volvió a fluir de manera diferente y a encajar bajo destinos y mantos de suerte diferentes para cada uno. Llego el día en el que él se casó, juró su amor con una damicela Hindú y el Principe De La Dulce Pena (que en su entonces era él firmando cartas de amor) hoy se encuentra en el lugar de sus sueños y los ojos de ella capturan la imagen con una sonrisa genuina que agradece a Dios por haber sido el verdadero maestro de encajar la magia del universo a parejas correctas con caminos entrelazados.
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