jueves, 30 de enero de 2014

Concordia de amor

Esa fue la última tinta que selló aquella carta
El último broche de oro que obturó aquella osadía
Las últimas lágrimas de ese tenue desespero 
Pero en definitiva, las últimas

Aquel día no hubieron reparos ni explicaciones
El circulo vicioso de esas llamadas terminaron
Como pedazos de fósforos que se carcomen lentamente
Como puertas que se cierran y se obstruyen
Como una muerte inesperada,
Un beso inventado,
Y un te amo que no fue

Las calles se preguntan donde quedaron esos espacios...
Espacios breves que eran proclamados,
Huellas que le hacían compañía a la ciudad,
Pedazos tiesos de alabanza,
Y uno que otro café de septiembre en soledad

La luna acribilla corazones
Le da sensaciones a sueños menesteres 
Sabores de inciensos cegados en un cuarto del edén
Luciérnagas en cielos estrellados
E ideales desplegados por todo el universo

Y el tiempo le devuelve aquello inesperado
Tazas de café inconclusas,
Promesas destrozadas,
Calumnias sin reparos,
Diarios sin historias
Y un nuevo cielo por pintar

Mas no existe mayor anhelo que el de hoy
El de caricias de nuevo año,
El de cielos reparados,
Y un mañana que no delata absolutamente nada

Quizas queda una nueva historia
Un comienzo que se vuelve infinito
Un reflejo que anuncia libertad
Un cantar sin pesadillas
Un nuevo año y no mas ayeres suplicando una explicación...
Aquella que se esfuma,
Se disuelve gota a gota,
Y besa suavemente el verdadero sueño de un hoy,
Un hoy con suaves delicias,
Un hoy como el de hoy,
Con amaneceres de quietud,
Sed de calor
Y concordia de amor.




La conjetura de su alma

Ella ya no era la misma
Su mundo había cambiado
Las personas se habían esfumado
Y el escudo en su pecho se había opacado

Sus recuerdos, sus memorias, la llaga en su pecho
Todo lo que había construido de alguna manera se fue
Pero no para no volver,
Sino para transformarse, para liberarse
Para poder encontrar la respuesta ante todos sus anhelos

Ese día la luna cambio de color
El universo cambió de dirección
Las espigas comenzaron a carcomer lo oscuro, lo tenaz 
Y el sol le ofreció una respuesta
Quizas una mas visionaria, mas imaginaria y a la vez mas voluble 
En definitiva no fue la más veraz,
La mas esencial o la mas acogida, mas derramó fuentes de cautela
Sensatez, discernimiento 

No fue una decisión para aquellos fuera de su anterior mundo,
Sino para ella
Ella, que al fin pudo bailar al compás de sus llantos,
Al ritmo de su risa
Hacia las alas de las golondrinas
Aquellas que volaban confundidas y volátiles ante un horizonte ignoto
Ante unas huellas desconocidas que esparcían migas de rocío
Rocío de agua de mar
Rocío de sed de mañana
Y luz de día

Entonces extendió sus nuevas alas
Las menos predecibles y aún las mas puras
Las menos desdichadas
Las predeciblemente desamparadas
Y cuando por fin llegó el momento de esa intensa liberación,
Se miró al espejo, aquel espejo que le ofrecía un centellar de emociones
Y entonces, encorvando la espalda y tras su propio reflejo,
Sonrió. 





miércoles, 29 de enero de 2014

Amelía

Amelia descendió de las praderas
Invirtió uno a uno pedazos de sol
Arropada bajo las sábanas de dolor
Y posó uno de sus anillos en el mar

Lo dejó ir y entonces aquella joya despegó desenfrenadamente ante las olas del mar
Junto con tantos significados y tantas delicias de perla
Entonces no lo volvió a ver
Desapareció ante su mirada gris, como pedazo de polvo 
Desempolvado, sin ser arropado partió a su destino al fin
Y Amelia toda pensativa se entregó
A esas llamas de fuego
A su propia libertad
A su último final 
A su punto crucial

Se levantó y la vertiginosa rama del amor la tocó al fin
Sacudió todos sus miedos, todas sus palabras y deseos
Y se esfumó de aquella orilla
Recobrando cada grano de arena
Sintiendo la brisa bajo sus mejillas
Y lloró
Como quien llora con sonrisas,
Como quien asciende de las espumas del mar,
Como quien desea para uno mismo,
Saborea,
Y se eleva en llamas. 


Represalia y frenesí

Ella se sentía inexorable, inquebrantable, indomable
Se levantó después de esa victoria insaciable
Su última víctima quedó totalmente desalmada
Como una pieza destruida de aquel rompecabezas perfecto
Como vidrios rotos de momentos de mentira
Como cartas desmembradas de un te quiero que no fue
Como un solo cuerpo desencadenado 
Y un furtivo encuentro de dos cuerpos embalsamados, acariciados, embrujados

El se quedó perplejo, no hizo ningun movimiento y entre un par de lágrimas sonrió
Y fue una sonrisa irónica
Como la de un cuadro sin perspectiva
Como el arte que derrama  sangre
Como media sonrisa antes de partir
Como un dialogo que nunca termina
Y una historia imposible de contar

Embelecido, desafiante, confuso se levantó
Pero ella ya no estaba...
Ni su labial carmesí en sus labios
Ni el último rastro de tacones debajo de la cama
Ni la seducción indomable de esa noche de pasión
Ni aquel adiós revelado
Ni la cajetilla de cigarrillos esperando en el mesón
Ni el reloj marcando las últimas manecillas que acababan con ese álgido anochecer
Ni un solo rastro...

Solo quedo, eso
Aquello que queda cuando alguien se va
Asesinos recuerdos de un ideal que no fue
Despiadadas heridas imposibles de curar
Confusión de venganza, desolación y desamor
Pedazos inquietos por reparar
Círculos viciosos, soledad en llamas 

Ella desafiante y con las pupilas vacilantes
Emprendió el camino,
Aquel que cerró con broche de oro después de esa noche
Con la victoria en sus ojos, el orgullo en sus manos 
Y uno que otro billete de más

El como una víctima más, un número enlistado
Una sola promesa destrozada
Palabras escritas que dejaron de tener sentido
Y un abrigo esperándolo a las 7 de la mañana
Colgado en aquel lugar frígido
Aquel lugar que le rompió tantas ilusiones efímeras,
Vacilantes, fugaces
Y ni un solo beso que pueda sanar aquella partida
Que en definitiva fue,
Eso.