Andy

Andy se encontraba en el borde de la silla
Le costaba empalmar su torso completo
Descifrar lo que le sucedía aquel día 
Deleitar aquello que casi siempre proclama

Ese día, simplemente el otro borde de la silla era lo que infringía en su cuerpo
En sus gestos, en sus ojos y en su dulce miel...

Quizás ese día era un día de noticias antiguas
O simplemente un día nublado y con sequía...

Quizás ese día las calles hablaron,
Las huellas estallaron,
Los ríos despertaron...

Dejaron de ser tan sigilosos,
Tan calmados y apacibles
Para convertirse en ríos y círculos de duda y consternación

Andy no lo entendía,
No cabía en su cabeza y mucho menos en su corazón,
Como a veces lo banal es tan solemne, 
Como a veces lo solemne es tan banal,
Y como muchas veces todo es tan insustancial

Pero aquella tarde lo decidió,
Aquella tarde volvió a apostar
Por el todo o por el nada,
Por la vida o por la muerte,
Por la suerte o la desdicha
Pero decidió apostar...

Aun con tanta voluntad en su mente 
Su cuerpo no le cabía,
La luz todavía no se ensamblaba en su sonrisa,
Sentía una inmensidad de recuerdos,
Recuerdos de abril,
De hace un año en aguaceros,
Y de unas palabras inconclusas,
Totalmente despiadadas en un fin de mes

Y quizás fue eso lo que halló,
En ese día de cuestionamiento,
De solemnidad y al mismo tiempo de banalidad... 
Recuerdos que hoy ya no duelen,
Pero de vez en cuando acarician,
Historias que hoy no corresponden,
Mas te hablan en silencio susurrándote momentos,
Cafés amargos y sin azúcar,
Primavera hoy marchita,
Sueños hechos polvo,
Sonidos ruidosos,
Interrogantes de vida
Y huesos partidos en lazos de olvido

Cuerpos que dejaron de entrelazarse,
Pieles descompaginadas,
Recorridos separados
Y besos de viento,
Viento que no sabe a brisa ni a respiro,
Viento sin embocadura,
Viento del ayer 

Y fue eso lo que detectó,
Los misterios, los porqués,
Las fechas, las preguntas,
La melancolía y de a poco la osadía,
El atrevimiento, el riesgo
Y finalmente, la actitud
Esa de páginas sueltas,
De historias nuevas
Y reencarnaciones en sangre propia

Andy suspiró,
Como aquel día que la flechó,
Con agujeros de nebulosidad,
Con golpes de canciones,
Con tristeza galopante

Y se propuso a seguir,
Con arcos de valentía,
Con ojos de hoy,
Con fuerzas en el interior
Y estabilidad de amor