Las lágrimas ya no le sabían a mar,
Los obstáculos ya no representaban pérdidas,
La noche ya no era excusa para llorar...
No entendía que pasaba, algo de ella también se había esfumado
Y entre otras cosas, la libertad la había alcanzado
Escurridiza y deslumbrante,
Tan deliciosa como gotas de lluvia,
Y así de pura como magia de verano
Los recuerdos se quedaron,
Las experiencias perduraron,
Y las leyendes quedaron como leyendas,
Como corazones reparados,
Como heridas que todavía duelen,
Y preguntas inconclusas de hace un año atrás
Entonces se dio cuenta de la irreversibilidad,
De los hechos pasados,
De las acciones nunca antes emitidas,
De algunas ilusiones rotas,
De las noches furtivas,
De las decisiones expuestas
Y miró hacia la ventana,
Hacia las calles de todos los días,
Hacia las avenidas recorridas,
Y hacia las miradas de su día a día
Entendió que la vida la aplaudió,
Se enorgulleció de ella misma,
Realzó sus fortalezas mas allá de todo y de todos...
Le dio un toque de valentía
Y le tendió alfombras de ilusión
Ahora por fin puede crecer,
Aprender del pasado,
Construír un futuro
Y vivir un presente
Pero mas allá de todo,
Puede dejar huellas en la arena,
Sin sabor a sal y a lágrimas de soledad,
Recorrer todo el universo,
Al lado de ella misma
Y junto a su nuevo ser
Ese nuevo ser que la envuelve,
Que le ayuda a caminar,
Que la impulsa a continuar,
Y la engendra de felicidad
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