Confesiones en una velada de domingo

Ella se sentía escondida entre las paredes desde hace años
Sin tener idea de lo que realmente ocurría
Envuelta en sábanas y alguien llorando a su lado
Envuelta en sus sueños y alguien envolviéndole sus alas

Se sentía algunas veces fuera de lugar
Y otras veces tan cercana a sus seres amados que no se podía separar
En una tarde de domingo las persianas murmuraron vientos de anochecer 
Azotaron las paredes de aquel café en pleno final de noviembre
Y las suaves sensaciones de sensibilidad brotaron en sus lágrimas al pasar la media noche

Eran noticias fuertes, desgarradoras y también maravillosas
Maravillosas por todo el proceso de cura 
Desgarradoras por toda la empatia y sensibilidad sentida
Y las ganas de buscar la verdad por todos lados

Ella sabía que se trataba de un gran proceso
Pero le costaba imaginárselo
Descifrarlo en su mente
Ponerle un orden a las cosas
Y por último...asimilarlo

Entonces entendió que cada quién es un mundo
Un libro abierto
Un mar de llantos
Una aventura nueva
Un espasmo de luz y un para siempre
Un mundo de sensaciones ocultas
Y una imperfección hecha perfecta

Porque la vida es así de fluída
Es así de sentida, así de apasionada
Y así de sorpresiva

Aquella noche de domingo solo necesitó música
Melodías de media noche
Canciones de letras profundas
Y un par de audífonos en sus oídos
Para estallar completamente 
Para gritar interiormente
Para desvanecer imágenes en su mente de pasados ocultos
Y llorar en compañía del recuerdo de aquella persona que hoy ya no es como era
Y hoy es otra, como todos nosotros

Esa fue la gota que derramó el vaso
Ese fue el final del shock de hace un par de horas
Y la bienvenida de una asimilación llena de lágrimas y al mismo tiempo admiración

Y al calmarse y conciliar el sueño ella suspiró
Entiendo el origen de su fortaleza
Que quizás lo heredó
Y a la mañana siguiente empezó a olvidar el pasado
Sin necesidad de negarlo
Y aprendió a aceptar que cada quien tiene una historia
Desgarradora y a veces tan propia que uno camina sin mirarla
Y que al fin y al cabo termina siendo desafiante y llena de aprendizajes