El día le propuso una mejor opción
Disfrutar aquello que viene
Olvidar aquello que fué
Y enamorarse de lo que está
Para así por fin poder liberarse
Para así por fin entregarse
Y para así por fin sonreír
Sonreír con la misma intensidad
Luchar con la misma frecuencia
Y jamás abandonarse o perderse a sí misma
Esa fue la misión que el día le entregó
Y que ella optó por aceptar y dejarse llevar
Y volvió después de dos semnas a aquel lugar
Contó la historia de la velada del aquel domingo
De aquel día frío en el que temblaron las tazas de café
Y algunos pensamientos en su mente
Expandió todo su sentir en aquella charla
Divagó en algunos momentos
Y en otros simplemente mantuvo el silencio
Y fueron esas palabras, esas miradas, esas inconclusas anotaciones
Esos instantes de suspenso
Lo que la ayudaron a asimilar y a adentrarse en su interior
Y fue tal cual como el lo dijo
Ahora ella puede ver las cosas como son
Y puede ver a su ser mas querido como lo que es
Alguien más humana y menos perfecta
Una luchadora de vida
Y un ejemplo a seguir
Y entre tanto hablar, evadió algunas preguntas
Y entre tanto analizar, se perdió en su propio silencio
Y entre tanto divagar, encontró su sentimiento
Y los pequeños instantes le producieron alivio
Y la inmensa escucha merodeó toda la sala ténue
Y el soplo del viento de la calle dejó de invadirla
La suave calidez de aquella sala la empampó por completo
Y la respuesta de la pregunta final de todas las sesiones cambió
El sentimiento era mas propio, mas llamativo
Y simplemente lo expulsó
Y así se fué, con un aprendizaje más dentro de su interior
Con mil procesos, mil duelos, mil arrepentimientos, mil dudas, mil alegrias por contar
Y un día mas por celebrar
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