lunes, 19 de noviembre de 2018

Las moneditas del recuerdo

Existen diferentes maneras de procesar el duelo, cada duelo tiene su tiempo y cada pérdida es diferente...sin duda, este es el peor duelo que he experimentado...se siente tan diferente a los demás...hay días que está tan anestaciado por la rutina y el diario vivir que sólo se siente en las noches cuando carcomen los recuerdos del último día....y hay otros (casi todos los fines de semana) en los que sólo toca llorar, vivir la angustia como un sentimiento normal que aparece en las mañanas y se intensifica en las noches, esos fines de semana en los que siento que me faltas y cuando hablo de ti empiezo a sentir un nudo en la garganta, ganas de llorar y sólo abrazar...esos domingos tan ténues en los que falta tu sonrisa y  dulzura del medio día y sólo quiero que sea lunes para volverme a sentir anesteciada y dejar de pensar en tu partida ....

Esta vez la teoría no funciona, esta vez sí me arrepiento, esta vez quisiera retroceder el tiempo y darte mas amor, más tardes de café, más charlas y más noches para dormir a tu lado y no solo verte dormida al llegar y al irme a trabajar...te pido perdón tía hermosa y te doy las gracias porque fuiste capaz de cambiar mi vida con cada detalle que nos dabas...con tu arte envuelta en tejido, con tus caricias, tus regalos, tus mensajes y tu linda forma de sorprendernos. El camino sigue siendo duro, disculpa si en algun momento sientes que no te puedes ir en paz, perdona si mis lágrimas ganan a mi sonrisa cada vez que pienso en ti y lo siento mucho si todavía no entiendo la razón de tu partida o de tu falta de lucha...todavía duele y la sabiduría se queda corta cuando se trata de ti, mi segunda mamá, mi tía favorita, el quinto miembro de mi familia que me hacia mucho bien. La anestecia me permite seguir, todavía me queda un motor para no estancarme y por eso te doy gracias... porque sé que desde el cielo y desde la estrella mas hermosa me hablas todos los días y cuidas mi camino y el de los demás...

Ayer encontré todas las cartas que te escribí desde que era pequeña, fue tan duro que sólo leí cuatro y las demás las boté, fue tan duro que en las calles de domingo sólo quería correr llorando desesperadamente y olvidar el Alameda y el hecho de que ya no estés...hoy una persona muy especial me ayudó a entender que no sólo me estoy despidiendo de ti...sino de toda una historia, de la infancia que viviste con mi papá y de todo lo que significa tu hogar y entendí aquello que ya sabía y no procesaba...se trata de sanar y despedirse pero nunca olvidarte, sino aprender a vivir sin ti...y encontré una manera bonita de traerte a mi mente y al mismo tiempo poder sonreír...tener conmigo todas las moneditas que guardaste y gastarlas en uno de los tantos cafés y helados que nos faltó tomar, no será lo mismo sin ti a mi lado caminando cada fin de semana pero te recordaré sin tanto dolor y disminuiré las visitas que me llenan de tu olor...para sanarme más despacio, para darle lugar al dolor cuando tenga que ser y para sentirme más preparada al momento de dejarte partir...





I remembered you older and taller
But you're younger and smaller
So who's gonna call her and say
That you're here at last?




And all the days, they were longer
And the drinks, they were stronger
The words, we sang wrong
But the songs were remembered

And time just passed
You're around 'til you're not around
And that's all I need to know
Every time you decide to stay
Then the world will make you go
And that's all you need to know


(Regina Spektor)

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